martes, 11 de marzo de 2008

Estoy...

... ilusionada, nerviosa, risueña, chistosa, feliz... Y es que, cariño, sólo faltan

- 84 reproducciones de The Blower’s Daughter de Damien Rice.
- 3,02 visionados de El Club de la Lucha
- 21 laaaargas duchas
- 0.875 jornadas laborales, de esas de no hacer nada
- 2 lecturas de Sin noticias de Gurb
- 420 momentos de ensoñación
- 25.200 “te quiero”
- y 1200 km menos

…para tenerte conmigo.


http://www.youtube.com/watch?v=8u8ipVebK9g

jueves, 6 de marzo de 2008

De guijarros



Caminan los relojes en un andar lento y pesado. Se impregna el tiempo del rubor de mi cara cuando te recuerdo mirándome y es deseo, recuerdo y plan a la vez. Siento de ti necesidad.




Se tiñe mi sonrisa de la eterna tontería del adolescente, como si de una primera vez se tratara y yo pienso, no me engaño, que así es.


Que no deseo otra cosa que tus ojos en los míos, tu mano en mi espalda, desprendiendo calor, encendiendo mi alma, y darte lo que soy, lo que seré, haciendo el amor en su esencia más pura.


Y no hay rocas en este camino.
.

lunes, 3 de marzo de 2008

In somnio

Ups ¿Qué ha sido eso? Uhm, ha debido ser Perrito. Pero por si acaso, contengo la respiración a la espera de un nuevo sonido que aplaque la taquicardia que ahora mismo siento. Espera. Espera. Espera. Bum, bum, bum. Tengo el simpático (no el parasimpático, ya aprendí) disparado. No hay repetición, Perrito está en su rueda, un coche. Dos. Nada más.

Oh, no, son las cuatro...

Fiuuuu. Un pensamiento se cuela. Me doy la vuelta, ahora miro a la pared, me dormí con sus letras en mis ojos y ya no quise moverme de la cama más cercana al aparato que nos conecta. Me voy a las nubes... me voy adormeciendo... desaparece la realidad.....

Fiuuuuuuuuuu. Un nuevo pensamiento y éste iba cargado de cafeína. Ojos abiertos.

Fiuuuuuu. Bum, bum.

Fiuuuuu. Por favor, basta ya, necesito dormir!!!

FIIIUUUU!!!!

Ups, éste es en mayúsculas y con exclamación al final.
Asúmelo, no vas a poder dormir. Más vale que calmes a tu sustancia gris o se prevé una serie de conexiones neuronales erróneas a estas horas de la madrugada, con sus correspondientes ojeras. Y quizás alguna línea más alrededor de los ojos.

Vaaaaale, ya voyyyyyy.... Enciendo la luz y me pongo a estudiar, a ver si se calla la conciencia, que cuando quiere es la más cabrona de las compañeras.




Ehm... no, esto no es estudiar, pero una vez despierta al simpático le importa un carajo lo que esté haciendo.

miércoles, 27 de febrero de 2008

La tacita de plata




Cádiz despunta y rompe las aguas con la tranquilidad de quien se sabe hermosa.
Se inunda mi alma...


Silencios cómodos donde hablan los ojos

Risas incontenidas que nos contienen

Comidas olvidadas pero compensadas

Nubes veloces en cielos despejados

Discusiones falsas en restaurantes originales

Caprichos en forma de cucurucho

Despertar para seguir soñando

Besos de chocolate



Y seguiremos construyendo...


domingo, 24 de febrero de 2008

Te siento...


... aunque haya 1200 razones para no sentirlo.


lunes, 18 de febrero de 2008

De (re)movimientos

Es curiosa la vida.
Ya no sólo porque de vez en cuando te encuentres en una situación y pienses "uy, esto ya lo he vivido" , como un deja vu situacional, sino porque todo llega. Y llega en su momento, el adecuado, el justo.
Si hace 2 años y medio me hubieran explicado este fin de semana, habría llorado de alegría en lugar de derramar todas aquellas lágrimas desesperadas.
Hay cosas que nunca suceden, sueños flotantes en las nubes de nuestra mente y nuestro corazón, sueños que sabemos irrealizables pero en los que nunca dejamos de depositar esperanza, como un "y si..." que alimenta nuestra alma más allá de la rutina a la que nos presentamos cada día. A veces, es realmente mejor que no sucedan y otras veces habría sido mejor que nunca hubieran sucedido. Como sueños que son, se trata de retazos inconexos con nuestra situación vital y que, por diferentes, no encajarían con nuestra realidad externa o con nuestra realidad como persona.
Mi conclusión no puede ser más fácil: las cosas suceden cuando tienen que suceder. Quizás nunca se de esa conjunción de factores que provoque las cosas, o quizás se dan pero te pillan "pasado de rosca", ya ese sueño pasó, esa oportunidad que deseaste con todas tus fuerzas en aquel minuto pasa por tu lado y ni la miras porque ese "yo" que eres ahora no coincide nada con ella a pesar de que forma parte del yo que fuiste.
En ínfimas ocasiones, el sueño de antaño aparece y te apetece, y lo asumes, y lo integras en tu vida y lo disfrutas y cuando estás metido en él, en su vorágine de sentimientos, te paras a reflexionar un momento dándote cuenta de que ese anhelo que tenías hacía un tiempo se ha dado, que lo estás viviendo, que está pasando. Te parece increíble. Y es en esa fugaz lucidez que sientes miedo, miedo ante lo grande que es que se cumplan los sueños.
Mi sueño ha llegado dos años y medio más tarde de que mi corazón lo forjara: Ha llegado un poco premeditadamente y un poco por sorpresa, pero, sea como sea, me ha encontrado perfecta, con la capacidad de cogerlo, abrazarlo y mecerlo a mi son, como una madre adormece al retoño cuando ya conoce qué ritmo lo apaga mejor. No considero vanidoso decir que me ha encontrado madura, preparada para asumir los actos y las consecuencias, las posibilidades y las incidencias, los sentimientos y los pensamientos que se deriven.
Sólo cuando estamos preparados para ellos, los sueños se materializan. Todo lo que se nos presente a destiempo, está condenado a soñarse por siempre.
Pero yo, y quizás sea sólo por esta vez, no pienso dormirme.

miércoles, 6 de febrero de 2008

6:30 h.

Sitges amanece. Perezosamente despierta de su Carnaval y abre los ojos arrullada por el sonido de las olas, que acarician sus orillas.

Silencio...

Una bailarina demasiado ancha de espaldas camina por el paseo marítimo y esquiva con paso torpe los restos de una fiesta acallada por el paso de las horas. Miles de pedazos de papel ocultan el asfalto a la vista de los madrugadores, aunque poco a poco ocupan su lugar en los montones que el servicio de limpieza prepara sin demasiada dedicación.

Una estrella se resiste a desaparecer y se esfuerza por destacar en un azul cada vez más claro. La vista es sobrecogedora y me sumo a ella cerrando brevemente los ojos. Un estremecimiento me recuerda que hace frío al lado de la playa y me encojo un poco bajo mi pijama.

Mi cámara hecha humo, la someto a un trabajo continuo intentando capturar ese momento. Por un momento, me miro desde fuera y me digo 'qué estás haciendo?'. Dejo la cámara y contemplo el paisaje, lo hermoso que se ve sin una lente intermedia.

Cuántos esfuerzos por provocar momentos, cuánto anhelo de que lleguen, cuántos intentos por retenerlos en la memoria... y todo esto nos impide disfrutarlos. Nos perdemos los momentos intentando retenerlos, tendremos la mejor fotografía pero quizás apenas recordaremos el momento en que estuvimos allí, ni siquiera habremos dado la oportunidad de que nos inspiren sentimientos. ¿Cuando aprenderemos a saborear las cosas en el momento en que suceden y a no engullir la recreación posterior? ¿Cuándo aprenderé?

¿Cuándo dejará de dolerme tu imagen junto a la mía?