miércoles, 30 de enero de 2008

No eres tú, soy yo

Se puede matar el pensamiento?

No quiero el legado que mis padres me donaron antes de morir, no quiero ser incapaz de cambiarlo. Y no hay tiempo suficiente, me temo...

Acumulo objetos infantiles en mi diván, sacudiendo el polvo de vez en cuando, para sacarles brillo y descubrir que quizás no deberían haber sido descubiertos. A la culpa añado el viejo sentimiento de haberte conocido demasiado pronto y a ti demasiado tarde, tan tarde como me ha impuesto el ritmo la vida.

Pero no es cuestión de ritmos. No es cuestión de personalidades, de personas, de espacios. Soy yo.

jueves, 24 de enero de 2008

De esperas

Andando esquivo el momento
y se hacen las horas despacio
te sueño,dulce,
como nunca
como cuándo

se muda mi alma en un zarpazo
la realidad golpea profunda
no sueño, amarga
como tu beso
como tu abrazo

miércoles, 23 de enero de 2008

Fotos, fotos, FOTOS!!!

Estoy haciendo copias de seguridad de todas mis fotos de 2007.

Me preocupo.

Sí, me preocupo porque sólo para el mes de agosto (viaje a París, mi cumple) he tenido que usar un DVD entero. Que sí, que 1638 fotos de París en 4 días es ya signo de una obsesión, pero esto quizás sea demasiado. Todo 2006 lo tengo en un sólo DVD y viajé mucho más!!!

Las cámaras digitales fueron una salvación para mí y para mi economía, porque aquello de ir a revelar, entre la pereza que me daba y el dinero que se me iba. Claro que antes no hacía millones de fotos en miles de posturas diferentes, antes había contención. Ahora no, nada, cero. Y, claro, así me va, que sólo con los DVDs que compro estoy pagando la jubilación del señor pececiti.

Acabo de hacer la copia de octubre. Tengo 6 fotos de dos minutos antes del momento en que todo se fue a la mierda. Hay fotos que no deberían hacerse o al menos que no deberían volverse a mirar.

martes, 22 de enero de 2008

Contador a cero... otra vez

Te dije que escribiría un blog y que se llamaría como tú me llamas a mí, mandarina, media mandarina, tu media mandarina, pero no lo leerás porque no recordarás nada de que te lo dijera, como no has recordado muchas cosas. Aunque nunca me importó.
Hace apenas 24 horas que hablamos. De nuevo, dimos vueltas a temas cotidianos evitando entrar de lleno en temas importantes. Me habría gustado decirte que me estoy volviendo loca, que necesito saber y que el heche de no saber me hace imaginar, teorizar de una manera histérica y fuera de lugar. Debería recordar más a menudo que tu mente es simple, pero no despectivamente, sino que su manera de regir es llana y limpia, que no hay maldad. Sólo que no me cuentas las cosas que pasan por tu mente, no me las contabas porque ahora no nos contamos nada.
Ha empezado la cuenta atrás otra vez. No debo hablar contigo, llamarte, escribirte, contactar. Sólo sería alargar la agonía de algo que empezó a morir hace un tiempo. En ti, sobre todo, pero también en mí porque tú cada vez apostabas menos por lo nuestro pero yo, en mi estéril intento de guardar mi integridad como persona, nunca me dejé llevar del todo. Fuiste mi novio, con todas las letras, apenas hace un par de meses. Hasta entonces, no todo el mundo sabía de ti, un miedo a que no contaran conmigo si tenía pareja me embargaba. Qué tontería.
Y aquí estoy, sola. Escribiendo cosas que me gustaría decirte pero que no sabrás, porque no recordarás el nombre del blog y tampoco harás por buscarlo. Porque creo que ya no te importa. De nuevo imaginando, verdad? es lo que hace el no saber, el no poder hacerte todas las preguntas. La primera, ¿por qué no soy suficiente para que luches por mí? Le sigue si alguna vez me fuiste infiel y continúa la lista de preguntas con frases como qué sientes ahora por mí o si quieres volver. Pero yo ya sé la respuesta a algunas de esas preguntas y debería actuar en función a ellas.
Hoy Salva me ha dicho que le daba rabia verme así. A mí también me da rabia estar así y sobre todo porque quizás si esa apuesta nuestra hubiera sido completa, si nos contáramos las cosas y los pensamientos, quizás seguiríamos juntos. Peleados de vez en cuando , sí, pero juntos.
Ahora mismo me pregunto si estás feliz ahora mismo, si provocaste la situación, y me digo que te va muy bien haber cortado lo nuestro verdad? debería quedarme con ese enfado para olvidarte, para odiarte, pero me resulta imposible. Y sabes por qué? porque por encima de todo te quiero y quisiera estar contigo, abrazarte, dormir juntos, compartir mi vida, mis hijos, mis pasos contigo. Pero no así, no como hasta ahora.
Y es imposible cambiar. Todos me lo dicen. Y yo lo sé.

domingo, 20 de enero de 2008

El gajo

Dicen que la casa es uno mismo. Psicológicamente sé que es así: cuando soñamos con una casa es una parte de nosotros mismos, de nuestra personalidad, la que sale reflejada. Nuestra casa es un fiel espejo de lo que somos nosotros mismos, habla por sí sola, se nos puede conocer por los colores de nuestras paredes, la distribución o si damos más importancia a una sala que a otra...

Ayer pinté mi habitación.

Tenía la pintura desde hacía un año, cuando decidí que para empezar de nuevo todo tenía que cambiar de aspecto, empezando por mí y acabando por mi vajilla. La vajilla no la cambié por cuestión de dinero, pero sí pinté. De crema a verde la habitación pequeña, el primer paso. De amarillo a naranja y amarillo el comedor. Blanco distribuidor y recibidor. Me quedó la habitación.

Hace un año lo pinté todo. Empecé la sesión de pintura la mañana siguiente a una noche de sexo, abrazos, palabras, pasión y cariño. Ayer pinté mi habitación, cerrando un ciclo que se había abierto hacía trece meses, un último cambio para acabar de cambiarme a mí misma. Ayer el dolor, la ilusión, la melancolía y las risas se mezclaban por igual en mi paleta y a cada brochazo me decía a mí misma palabras de consuelo y de esperanza que me calentaban el corazón.

Empecé algo pintando y lo acabo pintando. Se completa el círculo.

Ayer tuve fuerzas para un último intento, sin consecuencias. Se calmó mi alma y las palabras acariciaron a mi corazón, falto de mimos. Estoy deseando tirar adelante, ahora que me he dado cuenta de que voy a hacerlo.

viernes, 18 de enero de 2008

De Borradores

Es la hora de dormir, de soñar... Esta noche voy a soñar que duermo contigo.



Me digo constantemente que es lo mejor, pero al instante se me olvida el porqué de esta situación, por qué dos personas que se quieren tanto no están juntas. Es como cuando estudiaba matemáticas, que haces las integrales mecánicamente y las aprendes de memoria y cuando preguntas por ellas lo único que te hacen es hablarte de las derivadas, que, por supuesto, tampoco comprendes...
Cada día que pasa, a cada momento me hago más preguntas. Hay momentos en los que me invade la tristeza, como cuando llego a mi casa y me afloran las sensaciones, entonces lloro con rabia, me desplomo y acabo rendida. Otras veces es el enfado el que surge y es entonces cuando conecto con la fuerza que me hace no llamarte ni enviarte mensajes, contactar contigo para preguntarte cómo estás. Orgullo, le llaman. Pero uno de mis fallos es que de eso apenas tengo de origen y me lo tengo que fabricar, y la producción va a todo trapo porque me quedo sin existencias cada diez minutos.
Me siento tan impotente...

¿Cómo imponer el ínfimo peso de la razón ante el inconmensurable tamaño de los sentimientos?

miércoles, 16 de enero de 2008

¿La media naranja o los polos opuestos?

Veo tus anchos hombros bajar por la avenida, decidido, acompañando tus pasos con la cadencia de unos brazos que hace un momento me tenían. Te alejas e instintivamente mi cuerpo hace el ademán de seguirte, pero tus andares son distintos a los míos y se muere el intento.

Te quiero, quiero gritar, pero no lo hago. No puedo.

Y te dejo marchar.